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NEII al día
El abrazo de Temucuicui: ¿(im) posibilidades de un diálogo intercultural?
Fabien
2 febrero, 2021
NEII al día / NEII Opina
Por Gertrudis Payàs – Pablo Mariman – Fabien Le BonniecNúcleo de Investigación en Estudios Interétnicos e Interculturales Fuente : Interferencia.cl – Foto de Cote Correa. Es imposible mantener silencio ante la situación que experimentó la región tras el descomunal operativo policial sobre comunidades mapuche del pasado 7 de enero, que sacudió al conjunto del Wallmapu en una fecha conmemorativa del parlamento de Tapiwe de 1825. Como otros grupos e individuos que han opinado en estos días, denunciamos la política de seguridad del estado, que con y sin pretexto, ha incrementado y endurecido sus acciones en la Araucanía, denunciamos las irregularidades en los procedimientos y la violencia ejercida, denunciamos la escandalosa discrepancia en el trato que las fuerzas del orden dan a la población según su clase social, color de piel o lugar en que viven, y de la que son víctimas en nuestra región las personas de origen mapuche. Denunciamos, finalmente, el racismo que hace que se persiga a toda una familia, una comunidad y, en consecuencia, a un pueblo, con la excusa de la persecución de un delito que no alcanza la magnitud de otros lugares del país. Como académicas/os responsables del estudio y la enseñanza de temas relativos a las relaciones interculturales, y comprometidos en la defensa de los derechos humanos, queremos, además, contribuir a la discusión que se está dando en algunos medios de comunicación haciendo hincapié en otros aspectos, que creemos están haciendo más frágiles las posibilidades de un diálogo intercultural en la región: 1.La persistencia del clasismo bajo estructuras socio-raciales. En Temuco, como en el resto del país, dirán, no hay más que ver la gestión urbana en materia de pavimentación, la calidad dispar de veredas y servicios según los barrios, las ínfimas infraestructuras que se dan a los mercados ambulantes, ferias y terminales de autobuses, en comparación con los malls y aeropuertos, y la planeación de las comunicaciones, sometida al imperativo del número de usuarios, que no atiende las necesidades de transporte de las zonas rurales, que en nuestra región son mayormente mapuches. Promovida por un modelo exitista, en el que priman el consumo y la acumulación, la brecha económica entre clases sociales se profundizará sin duda con la crisis actual. Al normalizarse la precarización del trabajo, también lo hará la disparidad entre quienes pueden conservar sus empleos y quienes quedarán en la inestabilidad laboral y se verán obligados a reducir sus expectativas de bienestar. En una sociedad clasista, segregada en tantos ámbitos, en la que celebra el éxito y se denigra la pobreza, el mundo indígena, culturalmente distinto pero subalternizado como las clases populares por el estado, experimenta la misma exclusión. En ella los mapuche son socialmente racializados y étnicamente inferiorizados, como puede verse en la calle y se ha comprobado en las escuelas. La conciencia de pertenecer a una ciudadanía de segunda o de tercera es un impedimento grave para cualquier intento de diálogo. 2.La desmemoria y su efecto en el discurso. En Temuco desaparecen día a día pedazos de barrios; las casitas sencillas de madera, testimonios de la ciudad originaria, se encuentran hoy sobre terrenos cuyos precios son inalcanzables para la misma gente que las habitaba, que termina vendiendo. En su lugar se alzan edificios, y las personas ancianas desaparecen de las calles. Se borran así del paisaje las casas y la historia de la ciudad, la memoria de justicias e injusticias, como se borran extensiones de bosque, ríos y esteros, reemplazados por la sequía y el monocultivo. La historia desaparece del curriculum escolar. Se corta la transmisión de memoria. La narrativa del presente se construye a espaldas de ellas. Hablan los medios como si nacieran en este presente, obligados a explicarlo en los tiempos que el mercado impone. No hay tiempo de matizar, de sopesar, de debatir. Es el tiempo de la declaración, el dato, la cifra, el enunciado que solo puede ser verdad o mentira, la respuesta que simplifica los problemas. No hay tiempo para la historia, la historia que relativiza el presente y lo pone en entredicho. En este contexto nace el discurso público sobre la seguridad ciudadana y la delincuencia, un discurso que pretende paliar el miedo y la ansiedad del presente pero que crea al mismo tiempo más miedo y ansiedad, y que dota de poderes extraordinarios a los que se consideran dueños del uso legítimo de la fuerza. Repercute así en la formación de las policías (civiles y uniformadas) y los estamentos militares, cuya actuación beligerante ignora las realidades sociales, históricas, culturales y políticas de las comunidades donde intervienen. Vemos cómo se van reproduciendo bajo diversas modalidades las representaciones dicotómicas en los discursos políticos y mediáticos, que distinguen entre mapuche pacíficos y mapuche violentos, que propician la idea de la existencia de “enemigos internos”, y de territorios y poblaciones que hay que “pacificar”. El constructo de “narcoterrorismo étnico” que hoy emplean para estigmatizar, con toda seguridad mañana complejizará y polarizará aún más las relaciones sociales en la región, además de contribuir a la justificación de acciones violentas por parte no sólo de agentes del estado sino también de grupos de civiles. 3.Los efectos transgeneracionales de la violencia física y simbólica. Las violencias que los agentes de la policía ejercen sobre hombres, pero en particular sobre mujeres y niños mapuche, y que hemos visto en estos últimos años en imágenes y filmaciones reproducidas ampliamente por las redes sociales, no desaparecerán de la memoria de las víctimas y de su entorno familiar. Todavía está en el recuerdo de las comunidades la violencia con que fueron despojados hace más de cien años de sus territorios, al igual que se transmite a las generaciones sucesivas la represión de la dictadura. Esto nos habla de traumas transgeneracionales no atendidos ni superados, que reproducen animadversión y desconfianza. El odio que hoy se siembra con la actuación desproporcionada de las policías tendrá como consecuencia la suspicacia e incredulidad con que se recibirán mañana las ofertas de diálogo esporádicas que los gobiernos hacen. Mesas de diálogo y comisiones especiales se han sucedido así sin que se logre ningún avance, pues no se habían construido las confianzas: un modelo que parece agotarse antes de haberse podido poner en práctica realmente. Se invocan los parlamentos, las cumbres de la diplomacia indígena-hispana, pero se olvida que de un parlamento a otro se celebraban muchas reuniones parciales y que eran también muchos los implicados en el esfuerzo de mediación. Cada allanamiento injustificado, cada violencia sobre la población civil mapuche aniquila o hace retroceder cualquier intento de diálogo. Lo sucedido después del 7 de enero muestra de forma ejemplar las posibilidades e imposibilidades de diálogo. Transcurrido semanas desde el allanamiento en Temucuicui, un manto de silencio institucional ha cubierto la noticia. Una vez terminado el operativo, se retiraron los efectivos y los vehículos llevando consigo al subinspector Luis Morales Balcázar, que murió víctima de un disparo de origen no dilucidado. Circularon extrañamente pocas imágenes del operativo. Como si las decenas de vehículos y los batallones de cientos de individuos movilizados desde todo el país hubieran sido una fantasía, una aparición tragada después por la tierra. De no haber sido por los pocos videos registrados por algunas personas de las comunidades, casi dudaríamos de su magnitud. Pero el operativo fue anunciado ese mismo día, y el Director de la PDI, convocado unos días después ante comisiones parlamentarias, no dudó en justificar el procedimiento policial, afirmando la existencia de un crimen organizado con alto poder de fuego. Cierta prensa hizo eco, llamando narcoterrorismo étnico al enemigo designado. Sobre las circunstancias de la muerte del funcionario, nada. Después, ni una palabra más del lado institucional. Pero las comunidades no callaron. Convocaron a una reunión de emergencia, un Lef trawün, que duró dos días. Con todo el protocolo y siguiendo el ritual de levantar las ramadas (cuni) y prever comida para todos los asistentes, el primer día tuvo como principal acontecimiento el encuentro entre las dos familias que habían perdido a un hijo: la mapuche y la huinca. Las reacciones en las redes sociales a los videos e imágenes del encuentro fueron unánimes en destacar la importancia del gesto y su enorme poder simbólico. Un sencillo acercamiento humano, un mirarse y reconocerse en el dolor y en la pérdida, y las barreras cedían (¿qué discretas mediaciones fueron necesarias para llegar a esto?). Después, y sólo después, el gnen trawun, el abuelo de Camilo Catrillanca y lonko del lugar, y otras autoridades del lado mapuche se expresaron políticamente, y también lo hizo la familia Morales Balcázar. La invocación reiterada a los parlamentos que hacen estas comunidades y el conjunto del movimiento mapuche, tiene así sentido: toda entente empieza por gestos humanos, emerge de un reconocimiento de que la violencia no es el camino, que las familias, las madres, los padres y los hijos son los que ponen el sacrificio de vidas. Son muchas las veces en las actas de los parlamentos coloniales en que se habla del dolor de las mujeres, sin distinción de bandos. Las mujeres y los hijos fueron argumentos que empujaron a las partes a sentarse a parlamentar. Después venían otros temas, otras negociaciones. Hoy, como entonces, si no se han establecido las confianzas y no se ha afirmado el diálogo sobre el ritual del encuentro entre culturas y la escucha sin interrupción de las familias, parece poco probable que las negociaciones prosperen. Agobiados bajo el peso de lo coyuntural, nos es difícil situar las posibilidades e imposibilidades de lo que llamamos un diálogo intercultural, y contribuir a la construcción de una convivencia no sobre una tabla rasa del pasado sino sobre un conocimiento y respeto por la historia y una clara visión de las condiciones de un presente determinado, cuyas demandas de transformación cruzan la sociedad mayoritaria, en un contexto de pandemia y de crisis global. Es preciso, sin embargo, y en eso las académicas y los académicos que nos dedicamos al estudio de las relaciones interculturales tenemos ciertamente una responsabilidad en profundizar el conocimiento de las causas y condiciones pasadas y presentes de estas relaciones y ponernos a disposición de quienes quieran emprender con ojos desprejuiciados y colaborativamente, los caminos de ese diálogo descolonizador. La organización del Lef trawün no solo evidencia la capacidad de respuesta a los conflictos dentro de la propia tradición política mapuche, y de convocación de gran número de comunidades y dirigentes mapuche, sino también de tejer relaciones con diversos actores de la sociedad chilena. Las propuestas surgidas de esta instancia colectiva están ancladas en las diversas experiencias presentes y pasadas de resistencia de las comunidades y organizaciones que participaron. En este sentido los discursos vertidos durante estos días y sus conclusiones constituyen, tal como lo define Boaventura de Sousa Santos, “epistemologías del sur” que es pertinente realzar y validar desde una academia “fronteriza” como la nuestra, para poder así aportar a las demandas y luchas que llevan estas comunidades y organizaciones. Ya en 1605 el jesuita Luis de Valdivia informaba a las autoridades españolas que los mapuche tenían costumbre de organizarse “para las cosas de paz y de guerra”, precisando que “a sus juntas llaman coyagtun, que es como en Francia el Parlamento”. También estas tradiciones e instituciones políticas mapuche habían llamado la atención de Alonso de Ercilla, varias décadas antes. Los liderazgos mapuche en distintas épocas y en el presente han tenido claro sus ámbitos de gobernabilidad y territorios. No es de extrañar, entonces, que lo que podemos llamar con toda propiedad “el abrazo de Temucuicui” entronque con esta tradición política, como también la propuesta de las comunidades de crear un sistema de vigilancia propio. ¿Colaboraremos nosotros en instalar en el discurso público una nueva comprensión de la situación en la Araucanía, como en resto del Wallmapu, una interpretación de estos signos que obligue a un cambio de rumbo? He aquí lo que nos debe preocupar. Para la importancia del derecho a la memoria como derecho humano, véase Bernard Zumthor, “Patrimoine et démocratie”. NIKE Bulletin, 6, 2017, pp. 24-27, consultado en https://www.nike-kulturerbe.ch/fileadmin/user_upload/Bulletin/2017/6_2017/Zumthor.pdf Patrick Boucheron, Ce que peut l’histoire. Paris, Collège de France, col. “Leçons inaugurales du Collège de France” 259, 2016. Consultado en https://www.college-de-france.fr/site/patrick-boucheron/inaugural-lecture-2015-12-17-18h00.htm Centro de Investigación y Defensa Sur, “Crímenes y montaje como política indígena: El Caso Huracán, el Comando Jungla y los efectos en niños, niñas y adolescentes Mapuche”, en: Anuario del Conflicto Social, 2019, págs. 47-48. Ruth Vargas, Pewmas / Sueños de Justicia. Lonkos y dirigentes mapuche versus Chile en la Corte Interamericana. Lom ediciones, Santiago de Chile, 2017 Payàs, G. “¿Qué hacen las mujeres en los parlamentos hispano-mapuches? en Yéssica González (ed.) Mujeres: memorias y olvidos en los márgenes. Chile y América, siglos XVII-XXI. Temuco, Ediciones Universidad de la Frontera,2020, pp. 153-168. Véase protocolos de resolución de conflictos en el mundo mapuche en Jesús Antona Burgos, Los derechos humanos de los pueblos indígenas. El Az Mapu y el caso mapuche, Temuco, Ediciones UCT, 2014, p. 116. También consúltese AZMAPU. Una aproximación al Sistema Normativo Mapuche desde el Rakizuam y el Derecho Propio. INDH, 2016 de Miguel Melin; Patricio Coliqueo; Elsy Curihuinca; Manuela Royo. Una Declaración, con el titulo “Fin a la invasión y violencia estatal chilena, afirmación de nuestros derechos colectivos, la soberanía territorial y la autodeterminación Mapuche” ha sido difundida en las redes sociales y los medios de comunicación alternativos a pena había terminado el encuentro: https://observatorio.cl/comunicado-lef-trawun-en-temucuicui/ De Souza Santos, B, Una epistemología del Sur, México, S. XXI, 2009.. “Memoria de como se han de entender las provisiones de los indios de Chile y algunos tratos particulares que entre ellos tienen….”, Paces de Concepción, Paicavi, Lebu, Arauco, Santa Fe, Yumbel y Rere. En Payàs, G. Los parlamentos hispano-mapuches 1593-1803. Textos Fundamentales. Versión para la lectura actual, DIBAM-CDBA- UCT, 2018, p. 65. Ver, entre otros, Jorge Pavez, Cartas Mapuche: siglo XIX. CoLibris & Ocho Libros, Santiago, 2008...
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Derechos Lingüísticos en el debate constituyente
Noelia Figueroa-Burdiles
25 enero, 2021
NEII al día / NEII Opina
Por Elisa Loncón y Gertrudis Payàs Columna de opinión, publicada en el medio El Desconcierto, 22 de enero de 2021 Según la ONU en el mundo existen 7 mil idiomas, de los cuales 2.680 están el peligro de desaparecer. En Chile, todas las lenguas indígenas están en riesgo de desaparecer debido a la ausencia de políticas que incentiven su uso público, y a la falta de valoración social, además del racismo y la discriminación sufridos por los pueblos que las hablan. La lengua propia o primera lengua es el principal vehículo de comunicación y de expresión con el que cuentan los hablantes, en especial cuando quieren profundizar en los significados, valores y visión de mundo de sus respectivas comunidades lingüísticas. Su uso se vuelve mucho más necesario en contextos de bilingüismo no equilibrado (es decir, cuando una lengua predomina sobre la otra), sobre todo si se trata de hablantes mayores que desempeñan roles tradicionales en su cultura y lengua propias, y para quienes la otra lengua es impuesta y les impide expresarse libremente. La reciente entrevista a la machi Francisca Linconao en el programa de televisión Mentiras Verdaderas fue un claro ejemplo de cómo se ejerce la imposición de una lengua dominante. Dejando de lado el hecho de que la conexión de internet de la machi no era buena, que el periodista no se informó como debía acerca de su entrevistada, que no hacía ningún esfuerzo por darse a entender, que traía sus comentarios y preguntas redactados (hasta con citas de políticos); dejando de lado estos aspectos, que merecerían discusión, lo que queremos recalcar aquí es el hecho de la notoria asimetría lingüística. Entre el periodista y la machi no se pudo dar diálogo; el periodista hablaba más de la cuenta, incómodo por los silencios de la machi, y era evidente en ella el esfuerzo por oír y entender lo que se le preguntaba en medio de la avalancha de palabras, a veces muy técnicas, pronunciadas rápidamente. El desconocimiento de las lenguas o registros de habla de ambos hizo muy patente la diferencia en el vocabulario y en las construcciones de las frases: el periodista no sabía mapuzugun, y la machi no conocía suficientemente el estilo discursivo empleado por el entrevistador. El hecho entorpeció la comunicación, limitó la libre expresión de la machi y, por lo tanto, la posibilidad de explicar su propuesta constituyente.En la cultura mapuche, la machi es una autoridad, conocedora del sistema de salud mapuche y de la filosofía de su pueblo; es una persona sabia y una guía espiritual. Además de esto, la machi Francisca Linconao tiene como lengua propia el mapuzugun, y tiene el derecho de expresarse en su lengua. Si el conductor del programa lo hubiese reconocido, y hubiera actuado en consecuencia, se podría haber instalado una buena discusión respecto a la nueva constitución y al papel que podrían desempeñar los conocimientos y valores mapuche en la definición del mandato constituyente. No fue así, y se perdió esa posibilidad por la falta de lengua común entre ambos.Por eso, al planificar la realización de una entrevista a personas del rango de una machi, o de cualquier hablante de una lengua indígena, con anfitriones genuinamente interesados en esa conversación, estos tienen el deber de facilitar la libre expresión, para lo cual, en vista de que no conocen la lengua de la persona entrevistada, deben disponer de un intérprete. Además de facilitar la comunicación, el servicio de traducción oral, o interpretación, garantiza los derechos lingüísticos al hablante y, de esta forma, contribuye a instalar en los medios de comunicación el respeto a las lenguas originarias, sobre todo si se trata de un medio tan importante como la televisión. En condiciones de bilingüismo, es fundamental contar con la presencia de intérpretes en lenguas indígenas para ejercer los derechos humanos, para el acceso a la justicia, la medicina, al comercio y para la comunicación pública en contextos pluriculturales.¿Cómo hubiera sido la interacción en esa entrevista de haber habido un intérprete capaz de transmitir a los dos participantes sus respectivas preguntas y respuestas? Por lo pronto, ambos hubieran podido descansar en un tercero el sentido, las palabras y las intenciones. Ninguno hubiera tenido que moverse de su propia competencia lingüística. Podrían haberse concentrado en expresarse como quisieran en su lengua, y no verse obligados a adecuar sus palabras para ser comprendidos. Ese intérprete hubiera resguardado así la identidad y soberanía lingüística de ambos. De paso, los televidentes hubieran constatado que existen diferencias, y que estas son dignas de respeto y protección.La justicia lingüística y la justicia sociolingüística son conceptos que se están difundiendo en las sociedades plurilingües para referirse precisamente a lo que estamos viendo en este sencillo ejemplo de diez minutos de conversación fallida. Implican, de parte de quienes tienen el castellano como lengua materna, considerar que las minorías lingüísticas suelen ser grupos también marginados o minorizados: indígenas y migrantes, que cuando abren la boca en una oficina pública, en un banco o en una tienda, ya son tratados de otra manera. Las nociones de justicia lingüística y sociolingüística implican también darnos cuenta de que la hegemonía lingüística es hegemonía a secas y, por lo tanto, que si logramos una relación lingüística justa, en la que ninguna lengua avasalle a la otra, también estamos logrando justicia social. Interesarse por saber la lengua del otro minorizado y usar intérprete son las dos formas de establecer esta justicia.En la relación histórica entre el mapuzugun y el castellano la interpretación ocupa un lugar importante. Sin que por ello neguemos la catástrofe de la conquista y la imposición de una cultura extranjera sobre la indígena, es preciso recordar la extraordinaria historia de la diplomacia hispano-mapuche que tuvo en los parlamentos su mayor expresión. 250 años de relaciones pactadas por medio de unos 50 grandes tratados negociados por medio de intérpretes y otros mediadores, como fueron los llamados funcionarios de amigos. Pero no fueron solo esas grandes asambleas en las que las partes se dirigían una a la otra por medio del intérprete, sino todo un esfuerzo de mediación lingüístico-cultural que se llevó a cabo pese a los conflictos, y que mantuvo a la sociedad mapuche y la española de la frontera separadas políticamente pero, a la vez, unidas por intereses comunes (el comercio, el intercambio de rehenes, la protección ante enemigos comunes). Y ya en República, también fueron cientos los intérpretes y mediadores que sirvieron en todas las tratativas entre el Estado y los mapuche, tanto en las guerras como en las cesiones territoriales, en las audiencias del Protectorado de Indígenas, la Comisión Radicadora y los Juzgados de Letras, y también acompañando a longkos a Santiago o a Buenos Aires a entrevistarse con los presidentes de turno. Las autoridades mapuche hicieron uso de los intérpretes para compensar la asimetría política y de esta manera también protegieron su lengua de la asimilación. Hasta el día de hoy, en los hospitales y en los tribunales, estos son los que conocemos con el nombre de facilitadores interculturales, cuya presencia se originó a partir de las garantías lingüísticas contempladas en el actual Código Procesal Penal, el que señala que «(…) quienes no pudieren hablar o no lo supieren hacer en el idioma castellano, intervendrán por escrito o por medio de intérpretes» (Ley Nº 19.696, 2000, art. 291, inc. 3º). Los mapuche tienen su lengua, y esta lengua tiene el derecho de existir. El Estado, y con mayor razón los medios de comunicación, son también responsables de su protección y difusión. Así lo dice el Convenio 169 de la OIT cuando señala que los gobiernos “deberán adoptar medidas acordes a las tradiciones y culturas de los pueblos interesados, a fin de darles a conocer sus derechos y obligaciones”, para lo cual “deberá recurrirse, si fuere necesario, a traducciones escritas y a la utilización de los medios de comunicación de masas en las lenguas de dichos pueblos” (Decreto Ley Nº 236, 2008). Según la ONU en el mundo existen 7 mil idiomas, de los cuales 2.680 están el peligro de desaparecer. En Chile, todas las lenguas indígenas están en riesgo de desaparecer debido a la ausencia de políticas que incentiven su uso público, y a la falta de valoración social, además del racismo y la discriminación sufridos por los pueblos que las hablan. Sin embargo, hay resistencia lingüística en las naciones originarias, hablar la lengua es un acto político porque la lengua es política, defenderla es defender es defender la tierra, la dignidad, la memoria, todo está codificado en la lengua propia . En el contexto de la nueva constitución es importante la demanda por las lenguas originarias, pues exige que el Estado debe volverse diverso, plurilingüe e intercultural; no son las comunidades indígenas las que deben ser interculturales, pues ya lo son, sino las instituciones del Estado que hoy practican el colonialismo interno. Por otro lado, los medios de comunicación no pueden seguir haciendo apología de la diversidad y, al mismo tiempo, estar impulsando el monolingüismo, imponiendo el español a las personas hablantes de mapuzugun. Todas las instituciones deben garantizar que las personas hablantes de lenguas indígenas tengan derecho a intérpretes para su comunicación en los medios públicos, respetando así el derecho a la expresión libre e informada. Agradecemos también a Belén Villena por colaborar en la elaboración de esta columna. Elisa Loncon y Gertrudis PayasElisa Loncon es profesora de inglés, magíster en Lingüística, PhD. en Humanidades y doctora en Literatura. Gertrudis Payas es traductora e intérprete español-francés-inglés, doctora en Estudios de Traducción, profesora e investigadora de la Universidad Católica de Temuco. https://www.eldesconcierto.cl/opinion/2021/01/22/derechos-linguisticos-en-el-debate-constituyente.html?fbclid=IwAR09V_LJMC6J-5IbvY6ch0wciZyPdxm8zEycKLLHoYoZvwe79pf8pWdSXEY...
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Presentación de libro
Noelia Figueroa-Burdiles
2 diciembre, 2020
NEII al día / Noticias
Invitación: La académica e investigadora Doctora Gertrudis Payás del NEII participa en esta publicación imprescindible....
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Homenaje a María Lugones
Noelia Figueroa-Burdiles
10 septiembre, 2020
NEII al día / Noticias
El Doctorado de Estudios Interculturales junto con la Dirección de Género de la Universidad Católica de Temuco, Chile, organizaron el día 10 de septiembre un homenaje a la filósofa feminista decolonial María Lugones. Esta actividad, cuyo objetivo fue recordar el legado de la reconocida filósofa, contó con la participación de la destacada académica, investigadora y activista Ochy Curiel y los comentarios de las profesoras doctora Cecilia Fernández y doctora Solange Cárcamo y de las doctorantes Ingrid Álvarez y Noelia Figueroa-Burdiles....
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Solicitud a las autoridades nacionales de Chile y regionales de la Araucanía y Bío Bío
Angelica Lezano
5 agosto, 2020
NEII al día / NEII Opina
En nuestra condición de autoridades y académicos de la Universidad Católica de Temuco, estamos asistiendo una vez más con profunda preocupación a una escena que se ha repetido en el pasado reciente: la huelga de hambre de presos mapuche en las cárceles de la Araucanía y Bio Bio, hombres y mujeres que no tienen otro modo de comunicar la situación en que se encuentran, sino poniendo en peligro sus vidas. Entendemos que esta es una de las más radicales formas en que la violencia se manifiesta: auto-violentar el propio cuerpo como espacio vital. El impase que se ha creado por la falta de una solución negociada ha llevado a los acontecimientos lamentables de este último fin de semana, en que hombres, mujeres y niños familiares de los huelguistas han ocupado instalaciones municipales para llamar la atención de las autoridades, lo que ha instigado y puesto a la luz pública el racismo de una parte de la población contra los mapuche. Vivimos en un territorio donde la violencia se ha convertido en el más significativo y gravitante mecanismo de interacción entre los distintos actores que en desigual condición de poder lo habitan. Constatamos como la violencia en sus distintas expresiones, -económica, institucional, ecológica y cultural-, se ha constituido lamentablemente, en la clave fundamental para entender nuestra presente y futura dinámica sociocultural. El protagonismo de la violencia no es gratuito, nos remite como causa necesaria a una crisis que durante demasiado tiempo no se ha resuelto: la permanente vulneración de los derechos hacia los pueblos indígenas. A estas alturas, es evidente que una convivencia no violenta sólo será posible en la medida en que se genere un sentimiento de justicia entre los distintos actores y la confianza en que la institucionalidad les tratará de manera justa. Sin embargo, el Wallmapu hoy día es paradigma del fracaso de la convivencia, de la confianza social y de la gobernanza. Los sucesivos y reiterados análisis y diagnósticos están hechos y son claros y contundentes, y varios son los documentos e informes solicitados desde el retorno de la democracia para atender el problema de raíz histórica que afecta a nuestras regiones, con sus secuelas de segregación social, pobreza y violencia. El más reciente fue el documento elaborado por la Comisión Presidencial designada por la Presidenta Michelle Bachelet y entregada en el Palacio de la Moneda, en Santiago, el 23 de enero de 2017, que abordó distintas materias destinadas a lograr la paz en la región. Asimismo, existen numerosos instrumentos internacionales que garantizan una serie de derechos a los pueblos indígenas del mundo, instrumentos en su mayoría ratificados por el Estado chileno (Convenio 169 de la OIT, 1989. Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, ONU 2007) y que podrían colaborar en descomprimir la situación en cuanto se ejerzan debidamente. Sin embargo, los avances no han sido los esperados, y en medio de la pandemia y la crisis sociopolítica que afectan al país, hemos escuchado llamados a profundizar la militarización de la región desde el propio gobierno, lo que nos retrotrae al escenario del siglo XIX, en que fueron las armas las que impusieron la razón sobre este territorio. Muchas han sido las voces en el país que han advertido que la situación de los presos mapuche debía ser atendida con urgencia y sentido social, por el potencial de conflicto que entraña. Por nuestra parte, como Institución vinculada a una Iglesia que lucha por la dignidad de las personas, contra el racismo, por la justicia y el derecho a la vida, y comprometida, desde su misión, a responder a las problemáticas regionales, pedimos a las autoridades nacionales y regionales satisfacer las demandas de los presos mapuche a fin de evitar desenlaces fatales y procurar por todos los medios posibles una relación más armónica con quienes se han sentido siempre discriminados, empobrecidos e invadidos por el Estado. Abogamos por la aplicación del Convenio 169 de la OIT para la situación de todos los presos mapuche, y en particular por el derecho del Machi Celestino Córdova de asistir a su Rewe para cumplir con sus deberes de autoridad religiosa en su lof mapu o espacio territorial. Una medida de este tipo contribuirá a la recuperación de su salud y al restablecimiento de las confianzas, base necesaria para poder empezar a pensar en un Wallmapu sin racismo, justo y en paz. José Quidel – Cátedra Fray Bartolomé de las Casas Jorge Pinto y Gabriel Llanquinao – Instituto Ta iñ Pewam Gertrudis Payàs y Fabien le Bonniec – Núcleo de Investigación en Estudios Interétnicos e Interculturales Ricardo Salas – Doctorado en Estudios Interculturales Mario Samaniego – Magister en Estudios Interculturales...
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Participación de integrantes de NEII en dossier
Noelia Figueroa-Burdiles
20 julio, 2020
NEII al día / Noticias
A principios de julio se publicó el número 55 (1) del Boletín de Filología de la Universidad de Chile. Buena parte del mismo está dedicado a un Dossier que contiene trabajos preparados en el marco del Fondecyt 1170419 así como otros realizados por miembr@s del NEII (Héctor Mora, Matthias Gloel, Pilar Vivar, Gertrudis Payàs), e invitados que hemos tenido en la universidad al alero de proyectos diversos (Jorge Pavez, Marisa Malvestitti, Danielle Zaslavsky, Darío Rojas). Estos estudios se habían preparado originalmente para el congreso de SOCHIL del año pasado, que no se llegó a celebrar, y luego se debatieron en un coloquio que montamos en enero en compañía de Juan Antonio Ennis, de la UBA. Va el enlace: https://boletinfilologia.uchile.cl/...
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Nuevo libro publicado por académicas y académicos del NEII
Noelia Figueroa-Burdiles
30 junio, 2020
NEII al día / Noticias
Este volumen presenta un conjunto de artículos que ahondan en algunos de los dilemas interculturales planteados por estas complejas relaciones interétnicas. Estos trabajos fueron publicados originalmente en español y francés y ofrecen una muestra de las actividades de investigación del Núcleo de Estudios Interétnicos e Interculturales (NEII) de la Universidad Católica de Temuco, en la capital de la Araucanía. El centro de investigación NEII reúne a académicos de diferentes campos: antropología sociocultural, sociolingüística, etno-literatura, educación intercultural, filosofía intercultural, etnohistoria y estudios de traducción para producir investigaciones innovadoras en relaciones interculturales e interétnicas. Los capítulos de este volumen presentan una muestra de este trabajo, centrándose en tres temas principales: La ambivalencia entre la inclusión y la exclusión de los pueblos indígenas en los procesos de construcción nacional.Los desafíos que plantea la incorporación de prácticas interculturales en los ámbitos del lenguaje, la educación y la justicia.Las limitaciones de una noción funcional de interculturalidad basada en el pensamiento eurocéntrico y la racionalidad económica neoliberal. Estudios interculturales del sur de Chile: enfoques teóricos y empíricos serán de interés para antropólogos, lingüistas, historiadores, filósofos, educadores y una variedad de otros científicos sociales interesados en estudios interculturales e interétnicos....
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Seminario permanente DEII
Noelia Figueroa-Burdiles
25 junio, 2020
NEII / NEII al día / Noticias / Sin categoría
Durante el primer semestre del 2020, em plena pandemia, se realizó el Seminario Permanente del Doctorado de Estudios Interculturales, con ocho sesiones, donde participaron académicas, académicos y estudiantes del programa. En estas sesiones, se sostuvieron diálogos en diversas temáticas contingentes vinculadas con los estudios interculturales....
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Presentación
Noelia Figueroa-Burdiles
24 junio, 2020
NEII / NEII al día
Este espacio ha sido creado como plataforma colectiva para la publicación de ensayos, ideas, anuncios y contribuciones a la reflexión sobre los estudios interculturales de la comunidad académica asociada al Núcleo de Investigación en Estudios Interétnicos e Interculturales y al Doctorado de Estudios Interculturalesde la Universidad Católica de Temuco, Chile.Participan académicas, académicos, estudiantes, quienes han iniciado una reflexión colectiva a partir de la crisis global producida por la pandemia del año 2020. Aspira a constituirse en un espacio permanente de intercambio de ideas, desde el pensamiento crítico y la potencia que tienen los estudios interculturales en contexto de crisis y necesario encuentro....
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Declaración pública sobre el caso hortaliceras en el centro de Temuco
Noelia Figueroa-Burdiles
2 septiembre, 2019
NEII al día / NEII Opina
Núcleo de Estudios Interétnicos e Interculturales (NEII) Universidad Católica de Temuco Las académicas y académicos del Núcleo de Estudios Interculturales e Interétnicos de la Universidad Católica de Temuco manifestamos nuestra preocupación y repudio a las prácticas de hostilización generalizada y detención arbitraria de las personas que ejercen el comercio en las calles de Temuco, en particular de las vendedoras mapuche. Si ya es indignante ver el trato que reciben los ciudadanos y ciudadanas cuando se manifiestan pacíficamente por las calles, resultan incomprensibles, insensatas e injustas la saña que se emplea contra estas trabajadoras y la indiferencia con que son consideradas. ¿Cómo pretender que luego se sienten a dialogar? ¿Cómo creer entonces en las buenas intenciones de las autoridades? Estas acciones empañan cualquier intento de solución e imprimen en la memoria de estas personas y familias una imagen de violencia y discriminación. Las académicas y académicos del NEII-UCT, que, por el estudio de la historia y la memoria local, conocemos el origen y desarrollo de los males de la región, instamos a detener estos procedimientos y buscar una solución satisfactoria y duradera en el marco del reconocimiento de los derechos humanos, de los derechos indígenas y del derecho al trabajo, en particular, que protegen y garantizan la dignidad humana. Las imágenes y situaciones vergonzosas que hemos presenciado estas últimas semanas, a las que los medios han dado amplia difusión, demuestran el desconocimiento por parte de las autoridades locales del problema de fondo en relación al comercio de productos del campo mapuche, su historia y orígenes, y la discriminación de la cual son víctimas las vendedoras mapuche de hortalizas y verduras. La construcción de una convivencia intercultural en la región y en nuestra ciudad no puede estar sometida a una política de criminalización y de represión hacia quienes ejercen, para sustentar sus familias, el comercio ambulante. En este sentido y como lo han manifestado organizaciones de derechos humanos de la región, “se trata de una política pública que solo ha generado la criminalización del comercio informal y quienes lo ejercen, cuando se trata de una actividad legal y avalada por el derecho humano al trabajo consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos”. Finalmente, como ciudadanos y ciudadanas de esta región, señalamos que estamos dispuestos a promover y colaborar en instancias de discusión y diálogo con las partes interesadas para encontrar soluciones equitativas, justas y duraderas. Temuco, a 2 de septiembre de 2019...
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